Creer que todo irá mejor,
pensar que el futuro llegará,
ansiar un poco la paz,
esperar normalidad.
Cómo todos ¿Cómo nadie?
Pero no.
No se puede creer,
ni se puede esperar.
No se puede ansiar,
ni se puede pensar.
Las garras de lo inevitable vuelven.
Cuándo parecían ausentes,
sólo dormían.
Ahora despiertas lastiman,
y desgarran
la ilusión
de vivir presente,
de soñar futuro.
Y la noche, que todo lo apaga,
no pausa la angustia,
ni detiene el ansia
de escuchar a la esperanza
amanecer.
Ansia que sólo escucha el corazón
que palpita incansable y,
con esfuerzo infinito,
resiste el silencio
de lo eterno,
una noche más.
DESILUSIÓN
Muy buenas palabras!!
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querido Pablo, tus palabras tocan el alma de quienes te leemos.
Sera porque decis lo que pensamos y sentimos y no sabemos expresar?
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Fuerte, crudo y muy real… Querido Pablo, sabés poner en palabras lo que muchos sienten y no puede expresar! Abrazo grande!
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¡Muchas gracias!
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