Moverse.
En bicicleta, en moto, en auto,
en colectivo, en tren,
taxi, subte o a pie.
Nos movemos.
Atravesamos la ciudad cada jornada.
Nos atascamos, apretamos, empujamos.
Presurosos siempre,
todo el día, todos los días.
Kilómetros y kilómetros por semana,
para trabajar, estudiar, cuidar…
Amar.
Moverse recorriendo un camino circular.
Volvemos cruzando las mismas calles
y veredas que recorrimos al venir.
Una y otra vez.
Día tras día, hora tras hora,
entregadas al movimiento.
Moverse.
Corremos afanosamente para alcanzar
al colectivo, subte o tren.
Nos apilamos en filas interminables.
La urbe nos demanda por el derecho
de pertenecerle, de permitirnos estar,
de habitarla.
Pagamos impuestos a los hombres.
Pagamos tiempo a la ciudad.
Tratamos de avanzar sin chocarnos.
Tratamos de chocar sin lastimarnos.
Enojosos, impacientes, prepotentes y cansados.
Luchamos por un minuto, por cinco, por diez.
Luchamos para llegar temprano y salir antes,
para robarle al tiempo un momento.
El día se acaba, la mente se apaga.
Apenas unos instantes, para empezar a moverse
en un nuevo día. Otra vez.
Muy buenos tus poemas sería lindo abrir tu poesía a muchos. Gaby
Me gustaMe gusta
Excelente!!!
Me gustaMe gusta
Muy bueno!! El vivir apurado es querer ganarle a la vida.
Me gustaMe gusta
Muchas gracias!!!
Me gustaMe gusta